Ya está aquí la piel de recambio que te llevará al final de tu vuelta/travesía. Con un peso de tan solo 120gr y el poder de adaptación
que tiene en cualquier esquí, son dos buenas razones para dejarla en tu mochila.
Ya está aquí la piel de recambio que te llevará al final de tu vuelta/travesía. Con un peso de tan solo 120gr y el poder de adaptación
que tiene en cualquier esquí, son dos buenas razones para dejarla en tu mochila.
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